Entre los árboles. Óleo sobre tablex. 21 x 29 cm. Enrique Galwey y García.

Atardecer. Óleo sobre tela. 80 x 110 cm. Enrique Galwey y García.

Paisaje. Óleo sobre tela 18 x 14 cm. Enrique Galwey y García.

BIOGRAFÍA:

Enrique Galwey y García ( Barcelona, 1864 - Barcelona, ​​1931 )

Fue un pintor catalán, discípulo de Joaquim Vayreda y miembro de la segunda generación de la Escuela paisajística de Olot . Fue al mismo tiempo fundador junto con Modest Urgell y Lluís Graner, de la Sociedad Artística y Literaria de Cataluña.

Enrique Galwey nace en Barcelona pero proviene de ascendencia británica tal como su apellido indica. Estudia en la Escuela de la Lonja y al finalizar el año 1885 se va a Olot para perfeccionar su técnica junto a paisajistas de renombre como Joaquim Vayreda, quien influyó en sus primeros trabajos y en los de toda una generación de pintores, como Joan Pinós entre otros. Antes, Galwey ya había expuesto por primera vez en 1885 en el Centro de Acuarelistas de Barcelona.

Al llegar a Olot encontró un Vayreda desencantado que ya no pinta tan a menudo y que casi se dedica exclusivamente a su empresa de imaginería religiosa, sin embargo juntos saldrán a pintar al plein air paisajes olotenses y muchas veces pintarán los mismos temas. Para Galwey siempre será una referencia muy importante en su obra.

Viajará a París el año 1889, estancia obligada para cualquier artista de la época. Galwey había pintado a Olot paisajes muy buenos pero algo estáticos. Con su estancia en París su estilo variará en ver las obras de Théodore Rousseau, Camille Corot, Millet y los otros maestros de la Escuela de Barbizon. Tal como nos menciona Opisso en su libro "no todo consistía en pintar la frescura del campo y del verde sino también era muy importante la luz y el color".

Vayreda hará estancia coincidiendo con la primera exposición impresionista, Galwey contrario ya verá esta corriente mucho más extensa e influenciará positivamente a sus paisajes, haciendo su pintura más libre. Todos estos cambios se vieron ya en obras como "Después de la tormenta" (1896), "Declinando el día", "Bosque de robles", o "Crepúsculo".

Cuando regresa de París (1890), expone algunas obras en la Sala Parés y otros al Círculo Artístico de Sant Lluc, muy comentadas por las novedades que aportaban a la pintura paisajística del momento. Se instaló en Barcelona, tenía el taller en la calle San Pablo, aunque siempre hará viajes a Olot hasta la muerte de su maestro. Alrededor de los años veinte hará estancias en las Islas Baleares concretamente en Valldemossa y Ibiza donde retornará repetidamente hasta su muerte.

Vinculado a la vida artística y cultural catalana, fundó la Sociedad Artística y Literaria de Cataluña junto con Modest Urgell y Lluís Graner. Consistía en un grupo de artistas, escritores y coleccionistas que pertenecían a clases sociales burguesas que no estaban a favor de las nuevas tendencias modernistas y luchaban por un arte catalán más conservador. Desde el año 1900 se hacía una exposición anual en su sede, la Sala Parés, hasta el año 1926 que se disolvió. También fue socio del Círculo Artístico de Sant Lluc y colaboró ​​con la Junta de Museos dando su cuadro "Después de la tormenta" en agradecimiento por el interés mostrado por varios miembros de la junta a adquirir la obra para el entonces Museo de Arte Moderno de Barcelona, donde se expuso junto obras de Joaquim Mir.

Pintor paisajista y considerado buen dibujante, pertenece a la segunda Escuela de Olot aunque sus trabajos muestran cierta influencia del Escuela de Barbizon. Realizó a menudo obras de temática oscura y dió importancia a las sombras, pero con una cierta influencia del impresionismo. Su obra es destacada por ser uno de los mayores paisajistas catalanes. Cabe destacar el momento que vivió, ya que fue muy importante para el arte catalán de finales del siglo XIX principios del XX, tanto por la gran producción del momento como por el paso del romanticismo al nuevo arte.

Su pintura es al principio dura y triste en tonalidades muy típica de la pintura de finales del ochocientos con mucha melancolía, ha dejado bastante telas reveladoras del arte de aquella época donde percibe que ya había llegado al dominio de la su técnica desde muy jovencito. Más tarde dejará aquellas formas artificiosas y amaneradas y a medida que iba reuniendo experiencia empieza a hacer una pintura más fresca y de colores más vigorosos y soleados. De este momento son sus mejores obras, ya que toda la naturaleza en penumbra y la minuciosidad desaparecen por completo y captará más la luminosidad. Una característica principal suya es la abundancia de árboles y naturaleza toda en grandes masas, los tonos verdes pasan, de oscuros a claros, húmedos y tiernos. Las obras posteriores están llenas de apasionamiento y con ello también hay un cambio de personalidad que provocó que su pintura tenga más vida y movimiento en el paisaje, donde dejará el estatismo del ochocientos de lado.

Posee una técnica suave y delicada que muchos denominan esteticismo elegante (o aristocrático) y en cuanto a la luz. Se aleja un poco de contemporáneos suyos como Joaquim Mir o Meifrèn - que perseguían un estilo más luminista - él no quiere captar grandes momentos de solo sino que prefiere rebajar un poco la fuerza y utilizar colores más dorados, violáceos y hasta grises, todo lo que una puesta de sol le permite encontrar. Sin embargo consigue resultados muy bellos, los colores se mezclan unos con otros no hay ninguno que destaque por encima.

Galwey fue un gran pintor de celajes quizás de influencia inglesa, su pincelada es muy pastosa y corpórea, no tiene detalles pequeños sino que pinta en general todo muy insinuado, vendría a ser un impresionismo tímido.

Enrique Galwey durante treinta años frecuenta la sala Parés cotidianamente siempre que se encontraba en Barcelona y dejará escritas unas memorias explicando lo que allí pasaba. Este recuerdo de Galwey será apreciado por los aficionados al arte y su historia y por la gente interesada por la historia de Barcelona.

En las memorias cuenta cómo mientras él estudiaba en Palco en 1883, el Sr. Juan B. Parés organizaba exposiciones de pintura y escultura en la única sala que había, la Sala Pequeña. En ella se exponían obras de Vayreda, Martí Alsina, Armet, Enric Serra, Masriera... Se hacían exposiciones de gran éxito y se vendieron muchos cuadros además de crear muchos aficionados al arte.

Más tarde el Sr. Parés, tal como lo explica Galwey, cree conveniente pedirle al arquitecto Vilaseca que haga una sala grande, tuvo mucho éxito la primera exposición que se celebró allí en la que participaron muchos artistas contemporáneos. Cabe destacar cómo conoce al Sr. Parés y cómo para él la sala y la tienda eran un entretenimiento, ya que pertenecía a una posición acomodada, no sacarle el partido que podía haber conseguido en el momento. Esa sala, según pensaba Galwey, no tenía ninguna competencia y tenía dinero sobrante para poder hacerlo, Galwey dice: "Aquel hombre tan frío, helado, fue siempre nuestra desesperación; era el pesimismo que caminaba, no tenía ninguna ilusión ni solución, ni ningún entusiasmo en nada".

Galwey habla de diferentes artistas haciendo así una pequeña mención a su importancia como Enric Serra, Modest Urgell, Joan Brull... Además de contarnos cómo era la Peña de Can Parés donde se reunían pintores, escultores, críticos, literatos, actores, médicos, comerciantes, abogados, y de 1902 a 1914 como dice el pintor discutieron de todo lo discutible, se rió mucho, se desataron las pasiones naturales entre artistas, triunfos, envidias, criticas y chismes. Eran mal vistos en otros lugares y los llamaban la peña del lavadero y le sorprende que el grupo duras tanto tiempo y no se disolviera antes.

En la parte final de las memorias habla de su estancia en Olot y todo lo que allí aprende desde Joaquim Vayreda y su hermano Marian, autor de los recuerdos de la última guerra carlista. Explica anécdotas de la sociedad del momento, de los problemas anticlericales donde habla de Juan Dios, del escándalo en la primera exposición de Isidre Nonell en la Sala Pompier, del pintor y empresario Lluís Graner, del fin de Modest Urgell.

Finalmente hay que destacar la importancia que tiene como documento histórico, ya que nos cuenta cosas que posiblemente nos costaría mucho más de encontrar y podemos hacernos una idea de cómo vivían durante la sociedad barcelonesa de principios del siglo XX.

Galwey asiste por primera vez en la Exposición Nacional de Madrid en 1895, aunque no fue hasta el año 1897 (Preludio de la noche) cuando ganó la segunda medalla, acto seguido en 1906 vuelve a ganar una medalla de segunda categoría.

Otra exposición importante fue en 1897 en la Sala Parés, una primera cata de lo que luego sería la Sociedad Artística y Literaria de Cataluña. Fue una exposición colectiva montada de forma original, ya que se organizó un concierto y durante los intermedios se subastaron los cuadros con gran éxito de venta.

En 1915 será galardonado en Madrid gracias a la obra "Anochecer en el pinar", con una medalla de primer orden. En la exposición de 1922 ocupó toda una sala de honor con cincuenta y ocho telas, y en última instancia rindieron homenaje al gran paisajista con una gran exposición del año de su muerte. Durante su vida exponer en varias ciudades europeas, como Berlín, Düsseldorf, Londres y Venecia, y varias veces en Barcelona.

Efectuó muchas exposiciones en solitario a partir de 1917 hasta su muerte en 1931 cuando le hicieron varias exposiciones de homenaje. Entre los diversos lugares donde expuso de Barcelona encontramos las Galerías Dalmau, Galerías Laietanes, Salón de Exposiciones Areñas y la Pinacoteca.